Rama

Rama

En la cultura hindú Rama es considerado el séptimo Avatara de Vishnú (el Cristo Cósmico), así como Krisna fue el octavo, Budha el noveno y el décimo será un fabuloso corcel que anunciará el término de ésta raza.

El cuerpo de Doctrina lo han enseñado todos los auténticos Avataras, no es algo meramente teórico, sino algo práctico, algo que cualquiera pueda evidenciar por sí mismo, por experiencia propia y directa, para lo cual el despertar la consciencia es requisito indispensable.

Según cuentan las leyendas, Rama fue traído a la Tierra por los dioses Brahama (el Padre) y Visnú (el hijo) con la finalidad de que se enfrentara al perverso demonio Ravana y los Raksasas, quienes oprimían al mundo desde su reino en Ceylán.

Sus padres físicos fueron Dasarata y Kaosalya, Rama era un ser vigoroso, noble y valiente, tuvo otros hermanos también de origen divino, Lakshmana quien lo acompañó en su odisea, Satruña y Barata.

En su momento Rama fue instruido por el sabio Vismamitra  sobre los misterios de la potencia y la ultrapotencia, (el conocimiento iniciático) ellas le impedirían la fatiga, la vejez o cualquier otro mal que le invadiera, pero antes fue bautizado por su Gurú  en las aguas del Río Ganges,

El sabio anacoreta Visvamitra se quejaba de que Ravana y sus seguidores no le dejaban realizar sus oraciones y cuando hubo preparado a Rama y a su  hermano Laksmana, para el enfrentamiento, éstos velaron por 6 noches y 6  días, mientras los sabios eremitas realizaban sus himnos y oraciones en paz y con tranquilidad y fue al terminar la ofrenda de los ancianos ermitaños, cuando se escuchó de pronto un ruido inmenso que precedía a los servidores de los Raksasas, enfrentándose a ellos y dirigiendo sus flechas con gran acierto logró herirlos de muerte.

La desintegración de yo exige mucha vigilancia, infinita  fuerza de voluntad y paciencia que hay que aplicar en la vida diaria.

Después de esta gran hazaña se dirigieron hacia la región de Mitila para encontrarse con su Rey, quien poseía un Arco Divino que Indra y otros Dioses le habían otorgado y ningún humano  había podido ni siquiera levantarlo de su estuche donde estaba guardado.

El Rey Djanaka de Mitila, tenía una hermosa hija llamada Sita, y ningún pretendiente se había hecho merecedor de ésta bella y virtuosa princesa, ya que el Rey exigía ciertas cualidades a los candidatos; como vigor, fuerza y valor. En este lugar se guardaba el gigante arco de origen divino.

Rama fue atraído por la bella princesa y el famoso arco  y se dirigió hacia esta ciudad y  al presentarle el Rey la reliquia sagrada, en el acto lo    levantó con una sola mano, envió una flecha que se rompió por la mitad produciendo un inmenso ruido. Así  Rama se hizo merecedor de la bella y virtuosa Sita, desposándose con ella.

Su padre Dasarata muy complacido con las hazañas de sus hijos, con gran beneplácito le cedería el trono de Adoyda a Rama, el primogénito, sin embargo, mientras tanto por otro lado, se preparaban una serie de intrigas en su contra que impedirían la llegada al reino, y en vez de entregarle el trono, fue desterrado durante  14 años a la selva de Dandaka,  acompañado en su exilio  por Sita y Lakshmana.

Durante este exilio por 14 años debía conocer la astucia del ego en todas sus diversas manifestaciones al mismo tiempo se preparaba para el nacimiento interior, fabricando los cuerpos existenciales superiores del Ser.

En un acto de venganza, Ravana (rey de los Raksasas) rapta a Sita y la encierra  en su palacio de Ceylán. Rama, Rakshmana y sus aliados,  fueron a rescatarla con ayuda de los Osos y  los Monos, guiados por Hanumat el mono principal quien poseía  poderes  divinos. Debido a esta proeza, en la India, los monos eran considerados sagrados y guardianes de las aldeas.

Después de terribles luchas Rama y sus aliados vencieron a Ravana y sus demonios y Sita fue devuelta a su esposo, no fue fácil la victoria, la lucha del bien contra el mal es terrible, Ravana no se dejaba vencer, fue grande el combate entre ambos guerreros;  valientes aliados y demonios inhumanos  cayeron en el combate donde finalmente Rama y Ravana lucharon por siete días, Rama, dirigía sus flechas contra el demonio, las cuales  le cortaban la cabeza, pero otras volvían a nacer, hasta que el Dios Matali le recuerda utilizar  el dardo  de Brahama,  de naturaleza divina, con el cual atravesó el corazón del temible y perverso Ravana y de esta manera lo destruyó por completo.

El rapto de la bella Sita,  alegoriza la consciencia fraccionada en la multiplicidad del ego, el deber del adepto es rescatar los valores del alma hechos prisioneros por el poder del yo pluralizado, es el combate de la consciencia despierta y el ego.

Rama como todo iniciado que se decide a disolver el ego, toma la ruta Solar para convertirse en un Ser Inefable y nace el día de Navidad, cuando el Sol detiene su ascenso y  sucede el nacimiento del Cristo-niño, (el niño de oro de la alquimia) quien  debe avanzar (crecer y desarrollarse espiritualmente) para darnos su vida en el equinoccio de primavera, cuando se realiza el Drama Cósmico (la semana santa)  y así  lograr la Resurrección (nacer como hombre resurrecto).

Nace el Cristo Sol y con el trabajo psicológico y místico, la consciencia se va acrecentando, empero debe apelar a su Madre Divina para su total eliminación.  El iniciado  enfrenta a los enemigos de la noche con valentía, pero no es suficiente para su desintegración, debe requerir la ayuda de las partes del Ser para lograr la victoria.

El acontecimiento del Cristo en el pesebre del mundo es un suceso cósmico, solar y humano, lo que hace el Cristo Sol en el exterior, cada uno debe hacerlo en sí mismo. Los que anhelan resucitar algún día, deben realizar en su interior el trabajo de la Gran Obra. El camino que el sol físico marca en sus movimientos (nacimiento, desarrollo y muerte) es la ruta a seguir que nos ha de conducir a la Resurrección del Padre que está en secreto dentro de cada uno de nosotros, por ello la alegoría del Padre de Rama que muere y cuando Rama logra la victoria, el Rey renace como el Ave Fenix, con mayor poderío y fuerza.

 Es necesario escudriñar los misterios que encierra la vida y obra de los grandes iniciados que en diferentes épocas han venido a nuestro planeta a entregarnos un mensaje de salvación para nuestra adolorida y sufrida alma.

Ya nadie ignora que nos encontramos en el final de una raza y ésta termina siempre con un gran cataclismo y nuestra raza no es la excepción, es por ello la necesidad de impulsar a nuestra consciencia al trabajo interior y la Gnosis es ahora en estos tiempos esa tabla de salvación, nuestra labor es difundir este conocimiento por toda la redondez de la tierra, que toda persona tenga la oportunidad de formar parte de un éxodo hacia una tierra nueva, donde continuará su desarrollo espiritual y así algún día podrá formar parte de una futura raza, como un Ser Superior.

“No debemos olvidar jamás que el tiempo es sagrado: que ha llegado la hora de intensificar nuestros esfuerzos, de trabajar sobre sí mismos y también de sacrificarnos por nuestros semejantes. (Samael Aun Weor)

Enviado por: María Guadalupe Licea Rivera. Instructora en San Luis Potosí, S.L.P.

Imagen: Rama de Raja Ravi Varma (1848–1906)

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